lunes, 27 de febrero de 2017

Claro de luna

No te he sabido encontrar
cuando la ciudad se apaga
la oscuridad impera
y este foco me alumbra
[luna
la mal llaman].
Que me ciega
y me guía
con sintonía
y sin contradicción.
Que posa
tus labios sobre mis labios
tus caderas sobre mis manos
tu desnudez sobre mi sencillez.

Pero yo,
yo no te he sabido encontrar
porque ando a ciegas y cegada
por esta luz que de ningún lado emana.
Fuiste
esa piedra con la que tropezar
que la corriente de un rio seco trajo a mi camino,
pero que al hacerme caer me recogió y me dijo:
"Párate.
Descansa.
Que las ojeras no te dejan ver más allá de tus sombras"

Maldita bruja
que me embaucas y me sanas,
que has hecho un conjuro de mi alma,
que teniéndome a tus pies
te has bajado para mirarme directamente a los ojos,
y sin necesidad de palabras
has hecho retumbar tus pensamientos en mi memoria:
"Estás
demasiado empapada
de toda la desesperación
que ha llovido esta noche"

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